
No hace mucho me empezó a hacer ruido eso de la depresión, no es que yo sufra de eso, simplemente mientras más vivo, soy más consciente de las miles de personas que sufren ese mal o condición mental. Vemos en las noticias personas que mueren por sus propias manos a causa de una severa depresión, por el abuso de narcóticos y alcohol, tratando de engañar al cerebro para que olvide todos los vacíos con los que viven, al corazón de sus dolores y a sus ojos de las ausencias. No es criticable, pues cada quien sabe con cuales demonios vive y con los dolores que carga -el peso de los mismos lleva a muchos a cometer suicidio- a alejarse del motivo principal por el cual estamos vivos, a abandonar sueños, familia e intereses. Decía mi psicóloga (por cierto, que mujer mas atinada por Dios) que soy una reverenda conchuda. Cuando me lo dijo, me quedé pensando que tenia toda la boca llena de verdad, sí: ¡soy una reverenda conchuda! Soy una conchuda de la vida; voy con la carga de un problema en mi espalda y lo que hago es vivir el momento con la preocupación necesaria para no parecer tan cínica, quizás mi actitud hacia la vida sea esa: el cinismo. Ni me tiro a las drogas, ni me tiro a la depresión (¿Que es eso?) y voy dándole a la vida las mismas patadas que ella me da. Nada más que mis patadas son estas;: la risa, el sueño no interrumpido por el insomnio, los amigos, la lectura, una buena canción y escribir. Quizá quiero pensarlo así, es mi carácter que ayuda un montón, soy una mujer libre de depresión, no conozco esa condición, puedo entenderla, pero jamas he sentido lo que es esa tristeza profunda, esa sensación de no pertenecer, esa realidad que a muchos afecta y que a mi me pasa por un lado como la mas desconocida de las personas... Todos sufrimos del mismo mal, ese mal son los problemas, las soledades, el abandono, la triste realidad que aveces nos pone la vida por delante, solo la diferencia es la condición con la cual tomas todas esas cosas en tu vida, unos hacen de todo eso el drama mas grande, otros como yo... le dan una patada en el culo y siguen parlante... Dicen los estudiosos del tema, que es una cuestión cerebral, que se generan ausencias de ciertos químicos en el cerebro que te llevan a esa condición, a la condición mas triste de existir; la mas cabrona de todas, LA DEPRESION. He convivido con personas muy cercanas que viven la vida de esa manera, con depresión crónica, con la ayuda de narcóticos que los adormece y le ayudan a medio ir pasando la vida; veo esas vidas y me pregunto ¿Será que soy demasiado conchuda?, ¿Será acaso que mi cinismo es exagerado? Por mas problemas que tengo, por mas condiciones que puedan ver los ajenos en mi vida y que a muchos les causa un pesar, a mi…¡a mi me valen madre! Me valen madre porque aún con problemas sigo viendo el lado lindo de la vida, aún con ausencias y soledades sigo disfrutando de esta comedia del vivir, aún con criticas y errores voy dándole a la vida una dosis de cinismo y alegría, dosis de mi yo, ese yo que esta lleno de defectos, pero que tiene el mas fuerte de los alientos, ese aliento se llama FE. Fe en que todo en cierto momento llega a solucionarse, fe en que esta vida es para vivir y no sobrevivir, fe en que mientras mas cansada estoy, más lejos llego y más feliz me pongo, sí: mas feliz me pongo, porque disfruto de las pequeñeces, disfruto de esas cosas que muchos ven y las pasan por alto; disfruto de el café por las mañanas, la lectura de periódico y no aparecer en el obituario (Ufff... por ahora), disfruto cada segundo aún cuando este en el mas gris de los lugares, disfruto porque la vida es eso, vivir llenando el corazón de pequeñas y perfectas memorias, de ideas sin completar, de minutos a solas, de horas de risa con los amigos, de una buena copa de vino y de la mas linda de las conversaciones. Disfruto porque mi conchudez es aveces grosera, porque soy una feliz cínica de la vida. Veo la perfecta vida de muchos y al mismo tiempo veo en ellos un dejo de tristeza en sus miradas, veo una falta de fe; veo un montón de ideas hechas un torbellino cerebral, veo a personas que aparentemente tienen todo y les falta lo elemental, lo más básico para disfrutarlo, ese elemento se llama fe en uno: uno puede con todo y contra todo, uno con la actitud adecuada y la ayuda necesaria, puede derribar ese muro que se llama depresión. En menos palabras: no abandones tu vida, dale un propósito, dale un por qué y un para qué. Si no te gusta donde estas ¡muévete, no eres árbol! Tienes piernas y voluntad, y si esa voluntad es apenas perceptible, dile a alguien que te ayude a moverte, pero no dejes a un lado la vida, por ti y por lo demás…¡vívela! Dejo unas ideas de Facundo Cabral: "¡No estas deprimido…estas distraído! No te distraigas, porque al distraerte se apodera de ti la tristeza y las ausencias, porque dejas a un lado la fe y la esperanza, la esperanza de que no estamos solos, estamos llenos de todo y de todos". Y llena de todo y de todos te digo a ti, dale una patada en el culo a la depresión y tristeza, dásela fuerte para que se aleje de ti y empieza por levantar tus brazos al cielo agradeciendo que aun no estas en las noticias, que la noticia de tu vida es que ¡SIGUES VIVO! #POSOYE
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