Es de dos…no de tres! #POSOYE

No saben cuanto me gusta la época en la que vivimos, tanta tecnología, tanta ciencia, tanto arte y literatura, es algo que de verdad me conmueve, me hace vibrar las fibras mas finas de mi ser. Leo y descubro que día con día la ciencia avanza de manera impresionante, el internet, la era satelital, eso de buscar en un mapa una ubicación y poder localizar hasta la mas mínima tiendita sin andar en la calle como bicho desorientado, es maravilloso lo mucho que hemos avanzado como humanidad, asombra hasta al mas incrédulo lo maravilloso que es el cerebro humano y su potencial.

Pero por otro lado veo tristemente que en muchos aspectos nos hemos atrasado  de manera tan catastrófica, las costumbres como así mismo el mundo cambian, las relaciones humanas igual. Solo que aquí esta el "pero".

Estamos en la era de la soledad, si así como lo leen, tanta red social, tanta tecnología móvil, tanto entretenimiento al alcance de tus manos, que se convirtió el ser humano en algo solitario e impersonal.

Vemos nuestros perfiles sociales y si, tenemos una cantidad de seguidores y amigos virtuales asombrosa, la Pc, Laptop, móvil y Tablet son nuestros fieles compañeros.

Se han perdido las buenas costumbres del cafecito con las amigas, las charlas con la familia a la hora de la comida o la cena, todos nos sentamos en la mesa con el móvil o la tablet en mano. 

Se han perdido esas costumbres, pero la mas lamentable y triste de todas, es que se ha perdido la moral, es tanta la livianez con la que ahora se vive, que es muy fácil caer en situaciones que en el pasado eran mal vistas, imprudentes, cero correctas y hasta muchas que le llamamos pecado.

Hoy me doy cuenta que una de las cosas que se perdió fue el respeto a lo ajeno, si a todo lo ajeno y voy a empezar por la privacidad, hoy somos todos participes de las publicaciones, somos esclavos de estar publicando paso por paso nuestra vida, es mas sencillo tomar una foto, subirla a Facebook, Instagram, Twitter, etc. que quedar con alguien e ir a tomar una taza de cafe y conversar de nuestra vida y experiencias, ahora todo lo hacemos en linea, ¡bueno... hasta se bajan los maridos y novios en linea!

Esoooo, de eso quería hablar, hay cada "tipita" que va por la vida  aprovechando las redes sociales para promover sus carnes y sus soledades, es triste, pero hemos llegado a la era de la puta virtual, así como lo leen y lo vuelven a leer. Desde que existió la libertad sexual en la mujer, que fue mas o menos en los años sesenta y setenta, entre hippies, mariguana y el rock, la mujer ha dejado a un lado el respeto tanto por su persona como por la persona ajena.

Ahora es super "IN" perder la virginidad entre los 15 y 18 años, no importa si sabes por donde haces pipí o no, no importa si hace dos días dejaste de jugar con muñecas, ahora es muy común ver a niñas, porque eso son... ¡unas niñas! pariendo críos, hablando de sus relaciones sexuales como si estuvieran hablando de la película que vieron anteayer en el cine, comprando preservativos y pastillas de al día siguiente. Y así me puedo ir de mujeres de una década a la otra, todas promocionandose como pueden, buscando apagar el ruido de la soledad sin importarles nada.

Pero así como hablo de las quinceañeras quiero hablar de las mujeres maduras, de esas mujeres que han llegado a una edad en la que sienten que ya perdieron la cantidad de trenes que les paso por las narices, y como no pudieron agarrar su tren pues se trepan al tren ajeno. Si, hablo de esas putas virtuales que promocionan sus tristezas en las redes sociales, de esas mujeres amantes de lo ajeno, de las que viven disfrutando camas y caricias de otra dueña. Hablo de las mujeres que son amantes, que no pudieron y no quieren tener un amor para ellas y prefieren ser las "otras ".

Esas, esas son las putas que eran virtuales y que ahora son las reales, porque todo pudo haber empezado con un simple "HOLA" por inbox, pero de tantos "HOLAS" se termino en una cita en un cafe, de una cena en algún restaurante lejano a la zona concurrida por amigos, de un encuentro fortuito en un hotel. De esas mujeres amantes de lo ajeno es de las que quiero hablar hoy, de esas mujeres que van mendigando amor y unos cuantos pesos, porque las hay de todo tipo eh, hay unas que por soledad buscan amores prohibidos, otras para solventar sus caprichos y entregan las carnes porque es mas fácil eso; que trabajar.

Solo que hay un detalle mis queridos lectores, y ese detalle es algo que muchas de esas mujeres olvidan o pasan por alto, ese detalle se llama familia, ese detalle aveces son 1, 2 o 3 hijos, ese detalle es una esposa entregada en cuerpo y alma a ese hombre, procurando siempre mantener la familia en armonía, haciendo circo, maroma y teatro para seguir siendo atractiva para su marido, ese detalle es la que se levanta temprano y atiende hijos y casa, ese detalle es una mujer que prometio amar y cuidar a ese hombre. Es cierto que la rutina es un asesino implacable, es cierto que el hombre es vulnerable, es cierto también que por naturaleza es un cazador, solo que ahora ya no tienen que cazar, ahora las carnes se regalan, ahora las carnes se promocionan y son ellas las que van en la caza de esos amores prohibidos. Son esas carnes las que van cazando a cuanto incauto y aburrido hombre se deja, son esas carnes las que destruyen los matrimonios y dejan un sabor tan amargo en la vida de todos. No le estoy quitando ningún mérito al varón, al contrario, el varón es el cazador que termina siendo cazado, el varón es muchas veces el que se pone de modo para que esas carnes virtuales echen sus redes encantadoras, prometiendo diversión, amores nuevos y carnes frescas.

Me decía mi abuela que la felicidad de un matrimonio dependía de dos…pero jamas de tres. Cuando un tercero en discordia irrumpe en ese intento por mantener la felicidad, esa felicidad que se quiere lograr se convierte en lagrimas, decepción, insomnio, reclamos y llega muchas veces hasta la ruptura, resquebrajando un vinculo que dicho sea de paso, era la familia.

Mucho ojo con esas putas virtuales, mucho ojo con esas putas whatsapperas, mucho ojo con esas putas centaveras, porque no respetan edad, condición ni credo. Ellas a lo suyo, que es ese suyo que no era el suyo y termino siendo suyo. Y cantinfleando me despido, porque no hay cosa que aborrezca mas que a las amantes de lo ajeno y lo propio.

Por cierto, se me olvidaba comentarlo: Caballeros de fina estampa, los del compromiso son ustedes, las carnes fáciles están en un perfil de facebook y en un mensaje de whatsapp, en una esquina o en un bar, ustedes deciden si compran o rentan la carne, o no!

#POSOYE