9.09.2014

Blind date y tu… #POSOYE


No existe nada mas angustiante, lleno de misterio y nervios que un "BLIND DATE", siempre estas en la expectativa hasta que llega el día, te arreglas lo mejor posible, escoges el lindo vestido que todo el mundo te chulea y te dice que te ves regia, peinas tu cabello pensando en el mejor peinado que viste en cualquier revista de moda, no importa que la modelo sea maravillosa, tu piensas que a ti te queda ese estilo, maquillas tu cara como si hubieras ido con el mejor maquillista de las pasarelas de la semana de la moda en New York, por fin te ves al espejo y la imagen reflejada es la de una mujer que en tu mendiga vida has visto, si…esa eres tu, transformada en una mujer con una producción jamas antes vista.

En fin, esperas pacientemente a que llegue el "galan ", te sientas en una nalga, después en la otra, te paras porque en ese momento te cayo el veinte de que si sigues sentada el vestido quedara como muegano de arrugado antes de que llegue el dichoso galán, entonces caminas por la casa ensayando un caminar felino, lleno de sensualidad y gracia, para cuando llegue el susodicho tus pies ya están mas inflamados y doloridos  del tacón, por tanto caminar y casi tropezar con las alfombras de tu casa, piensas; ¡Mendigos zapatos, debí de habermelos puesto antes con un poco de alcohol para que aflojaran, ya me duelen los cayos.! Total decides mejor sentarte de nuevo a esperar, sacas tu celular y empiezas a revisar el Facebook, Instagram y los chats del whatsapp, esperando que pasen los minutos lo mas rápido posible, te revisas el labial y notas que ya te comiste el 60%, así que corres al espejo y te maquillas de nuevo los labios, en eso ves un pelo fuera de lugar y vuelves a sacar la secadora de pelo y te das otra chainiadita al peinado de revista, que para decirlo así; te quedo medio raro, una cosa es la monita que sale en la revista y otra muy diferente esta hija de vecina que eres tu, entonces empiezas a cambiarte el peinado otra vez
a como tu normalmente te lo peinas. Ya el pelo listo a la forma conocida por ti, empiezas a practicar frente al espejo caras, ya te volteas de un lado y haces la expresión de sorpresa, de alegría y te ríes para ver como te ves y que impresión darás. Ufff, ya timbran y empiezas con la nerviolera de quinceañera en su primera cita, corres para darte la ultima miradita al espejo y te das el visto bueno.
Abres la puerta y lo que quisieras es correr…si, ¡así como lo leen! Lo que tienes delante de ti y que tus amigas prometieron que era el galán de moda, con todos los atributos mal descritos por ella, es un hombre que en lo mas mínimo se parece a lo que te describieron, ves parado en la puerta a un total extraño con la cara de hola y tu solo atinas a decir; Que tal, soy fulanita, ¡encantada de conocerte! ¿Encantada de conocerte? Si lo que quieres es llorar por Dios, el mono que tienes frente a ti no es lo que tu te imaginabas, tus lindas y detallistas amigas se olvidaron de decirte que el tipo tenia una calvicie severa, que el pelo lo traía peinado como queso oaxaqueño, que era una prestadera de pelo y estaba meticulosamente acomodado para tapar esa calvicie, parecía un turbante hindú hecho de pelo, y ves al monito de nuevo y solo atinas a decirle; estoy lista, vamonos! Subes a su auto y el mono ya tiene hasta lista la música para el trayecto de tu casa al restaurante, analizas todo a tu alrededor y ves bolsas de papitas en el asiento de atrás, restos de papeles que imaginas son de su oficina desordenados, una corbata aventada y un maletín mas gastado que tus chanclas domingueras.
Empiezas con la chaqueta mental: Todo va a salir bien, segura estoy que la platica con el debe de ser sensacional, por algo mis amigas me hicieron el date, date tiempo querida, quizás el tipo te sorprenda. Y así con este rollo auto convencedor en tu cabeza llegas al restaurante, decidida a pasar un buen rato pese a su aspecto de hindú mexicano.
El tipo se baja del auto y tu muy mona esperas a que te abra la puerta, da la vuelta y tu ya estas recordando que pata bajas primero para verte femenina y no bajarte como carretonera, en eso, el tipo te toca la ventana con el puño y te indica que te bajes, que te esta esperando para entrar. Abres tu misma la puerta del carro y te bajas ya con una mueca de enfado porque el tipo es cero caballeroso, camina delante de ti y llega con la hostess y le indica que tiene una reserva a nombre de "Pepito Perez", sigue caminando delante de ti y tu…tu ya vas con una jeta que da pena.
Se sientan y obvio la que te separa la silla de la mesa es la hostess, mas amable y caballerosa que el monigote con el que fuiste a cenar, si ya esta en el nivel de monigote!
Ya sentados el tipo ordena "SU" bebida y el tan amable mesero te pregunta con un tono de voz cantarino: ¿Para la señorita ? Y en ese momento quisieras decirle que quieres un tequila doble para aguantar la velada, pero no, finalmente pides uno de esos cocktelitos que traen hasta sombrillita, que por cierto saben a madres y no tienes ni idea de que carajos traen de alcohol. En fin, transcurre la velada y el tipo hace las preguntas de cajón y en eso empieza la verborrea del monigote, empieza a hablar de su chamba, de lo que hace todos los días, de que tipo de películas y libros le gustan, de que acostumbra a hacer los fines de semana, de sus hobbies, de la mama, de los hijos, de la secretaria y hasta de las hermanas, pero por Dios llega al tema de la "EX" y ahí es cuando la burra torció el rabo, madre santa quisieras correr por todo el restaurante y gritar, porque el tipito  empieza a despepitar de la fulana que le partió el corazón, que si es una mendiga, una cabrona, que lo dejo sin nada, que si le mintió, que si lo hizo pedazos…y los " que si " siguen y siguen y tu estas ahí sentada con una cara de estúpida poniendo expresiones de sorpresas ( esas que ensayaste en tu casa frente al espejo ) y caras de desaprobación, solo emitiendo sonidos inaudibles y fraternizando con el monigote por su desgracia, pasan dos horas y el monito sigue instalado en su monologo. Por fin pide la cuenta y a ti te sale un suspiro de alivio, lo que quieres es salir de ahí lo antes posible, quitarte todo el maquillaje que meticulosamente aplicaste a tu cara, largar el tacón porque tus patas están hinchadas y el cayo ya no puede mas, quitarte el vestido que te aprieta la lonja y te da una comezón en el trasero y ponerte tu pijama, en ese momento piensas: Uta madre, tanta producción para terminar con un pelón acomplejado prestamista de pelo y renegón de la ex.
Suben a su auto, que por cierto te apañaste como pudiste porque la pata, el vestido y hasta la vida te duele en ese momento, subes y lo que quieres es que todos los semáforos del trayecto estén en verde para mas rápido llegar a tu santo hogar. El tipo vuelve a poner la canción romántica y a ti de lo que te dan ganas es de ponerle "MUTE" a la música y de paso al monigote, lo que quieres es llegar pero yaaaaaaa.
Ves tu casa a lo lejos y lo que piensas es: " Deja que vea a estas mendigas y les voy a decir hasta de lo que se van a morir, como es posible que me hayan hecho un BLIND DATE con este espécimen, ay de ellas, van a saber lo que es amar a Dios en tierra de indios"
Y asi, con esa mentada de madre para tus amigas, llegas a tu casa, te desvistes y desmaquillas y finalmente tomas el control de tu vida y de tu soltería de nuevo, ves un poco de televisión tratando de olvidar lo encabronada que estas con tus amigas y por fin concilias el sueño.
Y bueno, esto es todos los días cuando eres la soltera de tus amigas.
Moraleja: Pideles a tus queridas y apuradas amigas que te muestren una foto del candidato que escogieron para ti como posible pareja. No te vaya a pasar que desperdicies 2 horas de arreglo para quedar como modelo de Vogue y termines con un monigote sacado del libro ese llamado "vaquero".

#POSOYE
  

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