9.28.2014

1,2,3…10? #POSOYE


1,2,3…quizá cuatro veces podrás enamorarte, nunca será de la misma manera, cada amor tiene un aroma, un sentido y un sabor diferente. Es impresionante la capacidad que desarrollamos los seres humanos para volver a creer en el amor, cuantas veces caemos y las mimas nos levantamos, con el corazón un poco raído y muy parchado, pero ahí vamos con las esperanzas de volver a entregar el corazón, esperando que ahora si sea diferente.

Las diferencias solo residen en nosotros, porque conforme vamos madurando y creciendo, el amor toma otro tinte, no es lo mismo el amor adolescente, que un amor a la edad de 30 años, al final de cuentas son amores, pero el amor es de otro color.

Un amor a los 18 es un amor tierno, lleno de espejismos dados por la misma inmadurez, por el no saber que es lo que quieres, un amor a esa edad esta lleno de fantasía, de expectativas creadas en la infancia.
El amor a los 30 es un amor mas consciente, mas maduro y real, pues nos enfocamos en realidades y en nuestra realidad, no vamos caminando sobre las nubes y esperando ser ese cuento de hadas, ese fueron felices para siempre. Somos mas honestos, tanto de nuestras virtudes como así mismo de nuestros defectos.
 Y si, son 1,2,3 y hasta 6 veces las que podemos enamorarnos, lo curioso es que si apilamos los amores nos daremos cuenta que poco tienen en común, unos son tan fugaces y otros tan eternos, porque hay amores que dejan una huella eterna, son esos amores que llevamos en el alma y morimos con el recuerdo, quizás porque idealizamos esa relación, porque termino sin que nosotros lo quisiéramos. Muchas veces escondemos el recuerdo y pasan los años y sale a flote con el menor de los esfuerzos.
Pero es el mismo corazón, son las mismas ganas de amar y de pertenecer a alguien, son los mismos sueños de adolescentes que te empujan a creer en el cuento rosa, son esas ganas las que te empujan a amar, a sentirte amado, a creer en el SI y no escuchar el NO.

Nacimos para amar y ser amados, solo que aveces nuestro andar nos desvía de lo que realmente queremos y necesitamos. Los amores ayudan, ayudan a crecer y creer, a dar y recibir, a procrear y dejar tu huella, pero si un amor lastima, si un amor destruye, ese amor no es amor, ese amor es fantasía, idealización y tortura.

A veces quedamos tan lastimados, que nos da miedo volver a abrirnos, volver a confiar en nuestras elecciones, dudamos hasta de nuestra capacidad de amar, de compartir y de sentir.
Sanar es lo que debemos, sanar el alma y los recuerdos, para dejar espacio a nuevas historias, a nuevos aromas y sabores, a abrazos limpios y besos sinceros.
No puedes caminar el mismo camino sin pretender encontrar las mismas piedras, busca nuevos senderos, con arboles y raíces fuertes, con piedras de diferentes tamaños, pero jamas dejes de andar, porque el vivir sin amor... es vivir sin sueños.
Daremos una oportunidad mas, daremos un suspiro mas, porque solo el que ya no vive deja de amar, soñamos con un nuevo comienzo, esperamos encontrar siempre la oportunidad de demostrar y demostrarnos que si podemos, que si podemos amar y confiar.
Ay los amores, cuantas veces nos caemos y nos levantamos, raspados del corazón, con lagrimas en los ojos, con rasguños en el alma y cicatrices en el recuerdo.
Y asi llenos de historias, llenos de temores volvemos a creer, volvemos a confiar y quizas la tercera vez, ó quizás la cuarta sea la tuya, sea la verdadera y la que hará de ti un ser lleno de amor.
Vuelve a creer, porque vivir en el pasado y en el recuerdo solo te dará eso…historias ya vividas y nunca historias por vivir.
Volvamos a vivir, a vivir creyendo y esperando, que quizás tengas buena suerte y encuentres lo que tanto has buscado.


#POSOYE

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